Entradas

Diciembre, Buenos Aires, Argentina – En un mundo que avanza rápidamente, la educación y el acceso a la tecnología son la clave para ofrecer a las nuevas generaciones un futuro mejor. Por eso, Bayer, junto a la Facultad de Agronomía de la UBA, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Fundación Compromiso, ha concluido con éxito la primera edición de +Agro+Futuro, un programa pensado para empoderar a los jóvenes rurales y urbanos, brindándoles herramientas para transformar el sector agropecuario desde sus raíces.

Este innovador programa, lanzado en las localidades de Rojas y Pergamino, se ha dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años, brindándoles acceso a conocimientos y tecnologías digitales aplicadas al agro, una disciplina clave para el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, más allá de ser una propuesta educativa, +Agro+Futuro es una apuesta por la inclusión social, la generación de empleo y el fortalecimiento de las comunidades rurales, lugares donde muchas veces las oportunidades de futuro son limitadas.

Sembrando innovación, cosechando oportunidades

+Agro+Futuro no solo ofrece una capacitación técnica avanzada, sino que también actúa como un puente entre los jóvenes y el agro del futuro. Al incorporar tecnologías de vanguardia como la agricultura digital, el programa impulsa a los participantes a convertirse en protagonistas del cambio. Este enfoque innovador no solo busca potenciar el sector agropecuario, sino también fortalecer el tejido social y económico de las comunidades rurales, favoreciendo el arraigo y promoviendo el crecimiento local.

Un compromiso por el desarrollo social y económico

Este programa nace con la misión de responder a las necesidades urgentes de las comunidades rurales, a menudo marginadas de los avances tecnológicos. +Agro+Futuro aborda tres grandes objetivos sociales:

  1. Formación para un agro más inclusivo y accesible: Brindar a los jóvenes acceso a nuevas tecnologías en el sector agrícola, de modo que puedan desarrollarse profesionalmente en el agro digital, sector en constante crecimiento.
  2. Impulso a las economías locales: Apostando por la generación de empleo en las comunidades rurales y el fortalecimiento de las economías locales mediante el trabajo colaborativo y el fortalecimiento de la cadena productiva.
  3. Red de colaboración para un futuro compartido: Establecer vínculos entre jóvenes, universidades, empresas y organizaciones agropecuarias, generando un impacto positivo en el desarrollo del sector y la mejora continua de la capacitación.

Una formación transformadora

Durante la primera edición de +Agro+Futuro, participaron jóvenes con perfiles diversos, desde estudiantes de escuelas agrotécnicas hasta jóvenes urbanos con conocimientos básicos en tecnología, pero sin experiencia en el agro. Este enfoque inclusivo permitió adaptar la formación a las necesidades y potencialidades de cada grupo, demostrando que el futuro del agro es para todos, sin importar su origen o trayectoria.

En noviembre, los jóvenes más destacados del programa tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia inmersiva en las plantas y estaciones de I+D de Bayer, donde pudieron aplicar lo aprendido en el campo, interactuar con tecnologías avanzadas y conocer de cerca las buenas prácticas agronómicas. Esta experiencia práctica culminará con pasantías en Bayer entre diciembre de 2024 y marzo de 2025, donde los jóvenes podrán adquirir experiencia laboral en el sector agropecuario y ampliar sus redes de contacto.

Una red de colaboración para transformar el futuro

El éxito de +Agro+Futuro es posible gracias al trabajo conjunto de Bayer con universidades, entidades educativas y actores clave del sector agropecuario, como Randstad y CASAFE. Este programa demuestra que el trabajo colaborativo es fundamental para enfrentar los desafíos sociales y económicos del agro, brindando nuevas oportunidades de desarrollo para las comunidades rurales.

“En esta iniciativa se conjuga lo académico con lo práctico, y lo más relevante que perseguimos desde el programa de agronegocios y desde Bayer, que es la sustentabilidad de los sistemas productivos y el impacto en la comunidad” destacó Sebastian Senesi, Director del Programa agronegocios de FAUBA.

«Con esta iniciativa Bayer reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible, formando a las nuevas generaciones que liderarán el cambio hacia un agro más productivo y responsable” destacó Camila Reid, líder de Sustentabilidad Social de Bayer Cono Sur. «Es una inversión en el futuro de las nuevas generaciones, que les permitirá tener un impacto positivo en sus comunidades y en el país».

Un futuro lleno de posibilidades

+Agro+Futuro es solo el comienzo de una iniciativa que busca transformar el agro argentino, haciendo posible un futuro donde los jóvenes sean los grandes protagonistas del cambio. Bayer, a través de este programa, sigue comprometida con el desarrollo de las comunidades rurales, ayudando a los jóvenes a conectar con el agro digital y brindándoles las herramientas necesarias para un futuro más sostenible, innovador y lleno de oportunidades.

Se realizó el segundo seminario del ciclo que organiza la OIT Argentina junto a organismos públicos y privados, con foco en la protección social como estrategia de prevención y erradicación del trabajo infantil.

(Buenos Aires, OIT Argentina) – La oficina de país de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina realizó un nuevo encuentro virtual del ciclo de seminarios “Determinantes del trabajo infantil y políticas públicas en Argentina”, donde representantes del gobierno, del sector empresarial y de los sindicatos debatieron acerca del rol de las políticas de protección social en el país.

El evento se enmarca en las acciones que la OIT y una amplia red de actores públicos y privados llevan adelante en el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, con un lema desafiante: pasar del compromiso a la acción. La actividad aportó, con una dinámica conversacional, una mirada federal sobre la relevancia de la protección social en las estrategias de prevención y erradicación del trabajo infantil en Argentina.

El especialista en protección social e investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA y CONICET, Oscar Cetrángolo, indicó que “el avance en términos de cobertura horizontal, de cantidad de chicos cubiertos, ha sido muy notable”. De acuerdo con Cetrángolo, “hay mucho por hacer, pero son iniciativas que están en camino”.

En esa línea, el especialista consideró que, en cuanto a la cobertura de niñas, niños y adolescentes, “quedan muchos por alcanzar debido a que son situaciones complejas por problemas de documentación y otras condicionalidades que son una limitación para la cobertura”.

Por su parte, la directora general de Infancias, Juventudes, Géneros y Diversidad de ANSES, Paula Ferro, explicó que, como contención frente a la pandemia, “se tomaron medidas que tuvieron que ver con la inclusión, para poder ampliar la cobertura de la seguridad social a todas las infancias”. Así, detalló Ferro, se incorporaron “más de 380 mil niños y niñas a la seguridad social que estaban por afuera de cualquier acceso a medidas de transferencias monetarias”.

“Sabemos que con muchos de los aportes que se han hecho desde otros sectores del Estado, como la Tarjeta Alimentar, se van articulado a la percepción de la Asignación Universal por Hijo y eso nos permite acercarnos a lo que se requiere como ingreso para las familias que no tienen trabajo formal”, dijo la referente de la ANSES.

El debate sobre la protección social y su conexión con el trabajo infantil no se limita a un abordaje desde lo urbano. “En el sector rural, la mayor cantidad de trabajadores está vinculado a la estacionalidad, con lo cual es muy difícil llegar a abordarlos con políticas de protección social”, dijo Sol Henchoz, coordinadora de la Unidad de Inteligencia Inspectiva del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE).

La coordinadora se refirió al reciente decreto que posibilita a trabajadores rurales temporarios o discontinuos a mantener planes y programas sociales. “El decreto 514 nos soluciona estas cuestiones de poder dar una cobertura correcta a los trabajadores y trabajadoras de la ruralidad”, dijo Henchoz, quien agregó: “La compatibilización de esos planes de empleo, de las asignaciones familiares, de la Tarjeta Alimentar, con este sector de la población, que son los salarios más bajos, contribuye no solo a la registración, sino también a aumentar los ingresos de las familias”.

Desde la región norte del país, la gerenta de Responsabilidad Social de la Cámara del Tabaco de Salta, Marina Briones, explicó que “la articulación público-privada nos permitió que las empresas se sumen a trabajar en la erradicación del trabajo infantil”. Desde el año 2004, Briones lidera distintos proyectos que brindan atención y cuidados a niños y niñas cuyos padres o madres están imposibilitados de atender durante su trabajo. Así, actualmente, las iniciativas Porvenir, Jardines de Cosecha y Jardín Crecer –implementada junto al RENATRE– brindan cuidados a más de mil niños y niñas con edades que van de cero a los 12 años, articulando con escuelas en siete localidades tabacaleras de Salta.

“Firmamos un convenio de corresponsabilidad gremial por el cual el productor tabacalero que tiene empleados que no están registrados, no puede vender su tabaco”, agregó Briones.

El cierre del seminario estuvo a cargo de un panel integrado por el especialista en protección social, asesor del área internacional de la UOCRA y representante de la CGT, Guillermo Zuccotti; el director del RENATRE y secretario gremial de la Federación Agraria Argentina, Orlando Marino; y el subsecretario de Derechos para la Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, Mariano Luongo.

Zuccotti resaltó: “Argentina tiene una vanguardia en el enfoque basado en derechos, pero nos falta desarrollo de políticas de cuidado”. Planteó que “para sostener la tasa laboral femenina, hay que trabajar en políticas de cuidado, porque muchas veces la mujer queda a cargo del cuidado de los niños y los adultos mayores”.

“Tenemos que recurrir a los gobiernos para que nos ayuden a erradicar el trabajo infantil”, dijo Marino, quien agregó: “Creemos que el niño tiene que jugar e ir a la escuela. Desde el RENATRE seguiremos en esta tarea titánica”.

Por su parte, Luongo indicó que “los derechos y los salarios dignos previenen el trabajo infantil”. Asumiendo que “una mayor protección social ayuda, pero no alcanza”, manifestó: “Se tienen que generar estrategias articuladoras. Es de manera integral: mayores salarios, mejores condiciones de trabajo, y la construcción de sentido en el sector empresario”.

El ciclo de seminarios, cuyo primer encuentro estuvo centrado en la tolerancia social y naturalización del trabajo infantil, se extenderá en lo que resta del año, enfocándose en temas como trabajo adolescente protegido y trabajo infantil peligroso (octubre); características regionales y locales de la oferta educativa (diciembre).