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Gracias al uso de aplicaciones móviles y servicios en la nube, entre otras tecnologías, las personas ahora pueden trabajar lejos de sus oficinas y fuera de las grandes ciudades. Una oportunidad para reducir la migración, impulsar el desarrollo de comunidades y permitir la descentralización en las zonas más alejadas y rurales en Latinoamérica.

Buenos Aires, abril 2021. Las grandes ciudades enfrentan retos gigantes para responder a las crecientes necesidades de la población en términos de vivienda, sistemas de energía, infraestructura, transporte y servicios básicos, como educación y salud. Cuando crece el número de habitantes a causa de la llegada de personas desde zonas rurales, estos problemas se hacen más críticos. Datos la ONU señalan que dos de cada tres personas vivirán en ciudades o centros urbanos en 2050.

En el mundo ya existen 31 ciudades que tienen más de 10 millones de habitantes, según un informe de Naciones Unidas, algunas de las cuales están en América Latina, como Ciudad de México, Lima y Sao Paulo. El estudio pronostica, además, que esta tendencia seguirá creciendo hasta llegar a 43 ‘megaciudades’ en 2030, en todo el mundo.

“Este crecimiento acelerado de la población conlleva a un desmejoramiento de la calidad de vida y al aumento de problemas de infraestructura básica, como vías y sistemas de comunicación, la falta de acceso a sistemas de servicios públicos, educación y salud, el desempleo, la inseguridad, el costo de vida, y el déficit de opciones de vivienda”, advierte Raju Vegesna, Jefe Evangelista de Zoho, compañía de software empresarial como servicio.

Esta realidad motivó a Zoho a crear el documento ‘El Renacimiento rural y su importancia para América Latina’, que muestra la importancia de buscar alternativas para frenar esa migración interna, sin que las personas abandonen sus sueños de contar con una mejor calidad de vida ni renunciar a oportunidades laborales.

El Renacimiento Rural (Rural Revival, en inglés) propone utilizar la tecnología para impulsar la realización de trabajos urbanos fuera de las grandes ciudades, en poblaciones más pequeñas y en áreas rurales. Si las organizaciones adoptan esta tendencia, se abriría el camino para el desarrollo económico de estas zonas, al impulsar la aparición de nuevas actividades y de industrias complementarias.

Los trabajadores serían los principales beneficiados de este modelo, pues tendrían una mejora inmediata en su calidad de vida. Al desempeñar sus labores desde sus lugares de origen, evitan mudarse a las grandes ciudades de la región donde deben enfrentarse a un creciente costo de las viviendas, a los largos tiempos de traslado, al tráfico y a la saturación de los sistemas de transporte público.

Para que el Renacimiento Rural pueda desarrollarse en América Latina es necesario cerrar la enorme brecha digital que existe incluso en las mismas zonas urbanas. Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más de 40 millones de hogares latinoamericanos no cuentan con formas de conectarse a internet, lo que les impide participar en tendencias como el trabajo remoto, la educación virtual y el comercio electrónico.

Un informe especial de Cepal también señala que, mientras en Europa y Estados Unidos casi el 40% de los trabajadores tiene las condiciones técnicas para laborar desde su hogar, en América Latina y el Caribe esta cifra disminuye a sólo el 21,3%. Entre los motivos que menciona la organización para esta situación están la escasa infraestructura digital, el bajo nivel de digitalización de las empresas y la falta de habilidades digitales de las personas.

Cerrar esta brecha digital requiere ante todo de una infraestructura de conectividad a internet, por lo cual es necesario que los países inviertan y expandan su infraestructura de telecomunicaciones, especialmente en comunidades rurales. Una investigación del Banco Mundial dice que el acceso a banda ancha de internet no alcanza el 50% en América Latina, lo que se traduce en un acceso limitado de oportunidades para millones de personas.

Para que la región se acerque cada vez más al Renacimiento Rural, es necesario “aprovechar que la mayoría de los países están impulsando la conectividad en zonas apartadas de sus territorios, para impulsar el uso de herramientas como la nube. Esta infraestructura, además, se está beneficiando de la llegada de las redes 5G, que impulsarán tecnologías como el internet de las cosas y la automatización de procesos”, concluye el jefe evangelista de Zoho.

El futuro del Renacimiento rural vendrá de la mano de los servicios de software en la nube y las aplicaciones colaborativas y de comunicación, las cuales servirán a los sectores sociales y económicos más bajos y desconectados del uso de internet, a crear verdaderos ecosistemas digitales que ayuden a desarrollar a las personas, negocios y comunidades. 

Cambiando así, el paradigma de que en las zonas rurales no se pueden establecer las grandes compañías, impulsar los negocios globales o hasta crear nuevas tecnologías que impacten el futuro del mundo. Es momento de romper el estatus quo actual y demos oportunidad al Renacimiento Rural.

 Sobre Zoho – 

Zoho cuenta con cerca de 50 aplicaciones para las principales categorías de negocio, donde destacan las ventas, marketing, atención al cliente, contabilidad y operaciones administrativas. Zoho Corporation, al disponer de una variedad de herramientas de productividad y colaboración, y con más de 9.000 empleados alrededor del mundo, se convirtió en una de las compañías de software más prolíficas del globo. La empresa, además, cuenta con oficinas en Estados Unidos, India, Japón, China, Singapur, México, Australia, Países Bajos y Emiratos Árabes Unidos.

Zoho respeta la privacidad del usuario y no tiene un modelo de ingresos publicitarios en su negocio. Por esto, más de 60 millones de personas y miles empresas del mundo confían en la compañía la administración de sus negocios. Para obtener más información, visite www.zoho.com.

La campaña de granos 20/21 avanza a paso firme. Con aires más favorables para los productores en términos de precios y un escenario climático complicado, que dista de ser el más óptimo, la siembra progresa en las diferentes regiones del país.

La proyección del maíz 2020/21 subió a 48 millones de toneladas por mayor siembra respecto a un mes atrás, la intención de siembra maicera pasó de 6,75 millones de hectáreas a 7 millones, según la estimación de Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. En tanto, la primera proyección de área de soja muestra una leve suba de 100 mil hectáreas respecto al año pasado, este año cubriría 17,3 millones de hectáreas, según datos de la entidad.

En este marco el productor agropecuario define su estrategia y frente a los vaivenes del clima aparece la contratación de un seguro para cubrirse ante un posible problema meteorológico como un punto indiscutible en la estructura de costos y la inversión para la nueva campaña.

Carlos Comas, gerente de Riesgos Agropecuarios y Forestales de La Segunda, acercó las últimas novedades de la compañía y detalló los nuevos beneficios para el productor agropecuario.

A partir de esta campaña los clientes de La Segunda que contraten una póliza de granizo de cosecha gruesa sólo tendrán una carencia de tres días. «Al contratar la nueva póliza de seguro contra granizo, quienes tuvieron su cultivo asegurado la campaña anterior tendrán su póliza activa en 3 días», explicó Comas sobre el beneficio que aplica para los cultivos de soja, maíz, girasol y sorgo y que en tiempos de turbulencias climáticas resulta más que interesante.

Además, el gerente de Riesgos Agropecuarios y Forestales de La Segunda adelantó algunas de las nuevas funcionalidades de la aplicación NetAgro, una herramienta que aporta información satelital clave para colaborar con el productor en la toma de decisiones y seguir de cerca la evolución del campo.

«Con NetAgro se puede acceder al índice de vegetación, durante toda la campaña se puede ver cómo evoluciona el cultivo, y en breve se incorporarán más herramientas. El futuro del agro y el seguro agrícola está basado en la tecnología», indicó Comas.

Justamente porque la tecnología atraviesa como nunca las diferentes actividades, La Segunda cuenta con la App TasaGran que utilizan los tasadores para estimar los daños en un campo y a partir de esta campaña se incorpora una nueva herramienta para la estimación del área dañada la cual se realizará con información satelital. «Es un gran avance tecnológico que permitirá una mayor calidad de servicio en las tasaciones», precisó el referente de la compañía líder en seguros agrícolas.

Comas destacó que las nuevas aplicaciones y plataformas on line buscan dar «una rápida respuesta a través de los smartphones» pero al mismo tiempo «siempre relacionándose luego con un productor de seguro de modo personal».

En granos, la compañía cuenta con una cobertura básica que incluye los riesgos de granizo, incendio de cultivo y rastrojo, y resiembra y también existen adicionales para el planchado de suelos, heladas, especialmente las que ocurren después del 1º de octubre y que toma a los cultivos de fina terminando su ciclo y a los de gruesa con la emergencia. Asimismo, se pueden anexar las coberturas de viento para cebada, trigo, maíz y soja.

Economías regionales

Por otra parte, La Segunda está potenciando las coberturas para las diferentes economías regionales. Comas detalló que la compañía cubre la producción de arándanos en Entre Ríos y Tucumán; ciruela y durazno en la zona de San Pedro (Buenos Aires); también cítricos en Entre Ríos y recientemente sumó uvas y olivos en la provincia de San Juan.

Además, brinda cobertura a la producción de peras y manzana en Neuquén y Río Negro; papa en la zona de Balcarce y yerba mate en Misiones. Recientemente se sumó el seguro avícola. «La primera póliza la hicimos hace dos meses atrás con una granja de 30 mil pollos y ahora sumamos una de 130 mil animales», detalló Comas muy conforme con la evolución de este nuevo producto.